2010
15 Abr.2010 - 22 Ago.2010
Artistas
Hacia la barriga de un pichón inaugura la nueva serie de exposiciones “Acercamientos al acervo”. El proyecto, concebido por el curador invitado, Raimundas Malašauskas, junto con los artistas Gintaras Didžiapetris y Rosalind Nashashibi, puede recordar un estudio de filmación, en el cual un elenco de obras de arte de la colección del museo se reúne para proponer destinos y cronologías alternas.
El archivo del acervo y la reproducción –a escala reducida– de las seis salas del lado este del museo, temporalmente cerradas debido a la ampliación del inmueble, son puntos de partida para nuevas traducciones e interpretaciones de la colección, con la premisa curatorial de que todo es posible y nada es real. Es una negociación de escalas, tiempos y apariencias. Mientras por un lado el edificio crece, por el otro, un fragmento del edificio se encoge, formando un laberinto con una ficción dentro de otra. Al bosquejar las salas en su versión miniatura surge la pregunta sobre a dónde lleva tal resolución museográfica: más profundo hacia el centro del acervo y del museo o más profundo hacia fuera de él.
La selección de piezas para la muestra tiene que ver con su historial expositivo, versatilidad y variedad de formatos, en los que éstas existen en el acervo, así como su procedencia y la historia que las vinculó a Rufino Tamayo. Hacia la barriga de un pichón ofrece, además de una puesta en escena de obras de la colección, una estrecha relación con las imágenes de archivo de estas piezas, así como la presentación de nuevos registros fotográficos que exhiben el posible futuro de las mismas. Así que finalmente no sólo la idea o posibilidad de la exposición como un set cinematográfico o un estudio fotográfico es emocionante. Al permitir que las obras actúen simultáneamente en el antes y el después en un mismo espacio, la escenificación de las obras y las fotografías producidas son atrapadas conjuntamente y por siempre en la enredadera de este laberinto.
Hacia la barriga de un pichón inaugura la nueva serie de exposiciones “Acercamientos al acervo”. El proyecto, concebido por el curador invitado, Raimundas Malašauskas, junto con los artistas Gintaras Didžiapetris y Rosalind Nashashibi, puede recordar un estudio de filmación, en el cual un elenco de obras de arte de la colección del museo se reúne para proponer destinos y cronologías alternas.
El archivo del acervo y la reproducción –a escala reducida– de las seis salas del lado este del museo, temporalmente cerradas debido a la ampliación del inmueble, son puntos de partida para nuevas traducciones e interpretaciones de la colección, con la premisa curatorial de que todo es posible y nada es real. Es una negociación de escalas, tiempos y apariencias. Mientras por un lado el edificio crece, por el otro, un fragmento del edificio se encoge, formando un laberinto con una ficción dentro de otra. Al bosquejar las salas en su versión miniatura surge la pregunta sobre a dónde lleva tal resolución museográfica: más profundo hacia el centro del acervo y del museo o más profundo hacia fuera de él.
La selección de piezas para la muestra tiene que ver con su historial expositivo, versatilidad y variedad de formatos, en los que éstas existen en el acervo, así como su procedencia y la historia que las vinculó a Rufino Tamayo. Hacia la barriga de un pichón ofrece, además de una puesta en escena de obras de la colección, una estrecha relación con las imágenes de archivo de estas piezas, así como la presentación de nuevos registros fotográficos que exhiben el posible futuro de las mismas. Así que finalmente no sólo la idea o posibilidad de la exposición como un set cinematográfico o un estudio fotográfico es emocionante. Al permitir que las obras actúen simultáneamente en el antes y el después en un mismo espacio, la escenificación de las obras y las fotografías producidas son atrapadas conjuntamente y por siempre en la enredadera de este laberinto.