2012
26 Ago.2012 - 18 Nov.2012
Este proyecto comenzó con la filmación de la película Introducción a la Teoría de la probabilidad en 2008. En el Museo Tamayo Arte Contemporáneo, esta película es parte de un trabajo más grande que toma forma en arquitectura.
La película trata sobre los acontecimientos que tuvieron lugar en Panamá en 1979. Cuando en una decisión insólita, el General Omar Torrijos Herrera (líder militar de Panamá en aquel entonces) concedió asilo al depuesto Sha de Irán. Durante tres meses, la familia real iraní se hospedó en la pequeña isla de Contadora, a unos 80 kilómetros de la costa de la ciudad de Panamá.
La historia relata desde la perspectiva personal de José de Jesús Martínez (alias Chuchú), ayudante y guardaespaldas de Torrijos, quien además de su trabajo en el campo de seguridad, era matemático (impartía clases en la universidad), filósofo marxista, poeta y aviador. Chuchú publicó diversos libros y escribió sobre una amplia variedad de materias, entre sus textos se encuentra uno sobre probabilidad (de donde se deriva el título de la película de 2008).
El relato publicado por el guardaespaldas sobre la vida en Contadora con el exmonarca absoluto es una de las principales fuentes del desarrollo de la película, la cual también hace referencia el texto de Chuchú sobre probabilidad, como una posible manera de aceptar los acontecimientos en apariencia improbables que siguieron. Aunque para Torrijos y su guardaespaldas es el destino lo que parece la guía más convincente.
El año pasado Michael Stevenson visitó el Departamento de Matemáticas de la Universidad de Panamá para reunirse con amigos, colegas y exalumnos de Chuchú. Específicamente se interesó en la aseveración sobre la existencia del diablo, y la extraña prueba que Chuchú tenía de ésta, la cual incluía según se dice, una puerta que oscilaba. Su afirmación recuerda a la de un demonio que describe en un famoso experimento ideado por James Clerk Maxwell en 1867, el cual fue diseñado para violar hipotéticamente la segunda ley de la termodinámica. El aparato incluía una puerta, situada entre dos espacios ficticios que ordena a las moléculas de forma inteligente a medida que van pasando y donde el portero es un demonio.
El debate continúa en cuanto a las conclusiones del experimento, pero al relatarlo y volverlo a relatar el demonio permanece –su constante presencia es un caso tentador para el diablo y para la prueba que Chuchú tiene de él. La lógica, las matemáticas, la política, la aviación y el diablo coexisten en la figura del guardaespaldas y revelan parte del conflicto entre el mundo de lo racional y su antítesis absoluta.