2012
26 Ago.2012 - 11 Dic.2012
Artistas
Curaduría
Exposición colectiva que toma como punto de partida el momento en que la institución abre nuevamente el “telón” en su ceremonia inaugural. Primer Acto problematiza, desde la naturaleza social y política de este evento, la función del museo en relación con el espectador, la obra de arte, el espacio y la crítica. Por un lado, a través de elementos retóricos de la historia de la representación pictórica y teatral, como son el espejo y el telón, se pone de manifiesto el vínculo entre la expectativa que se genera antes de cualquier acto o exhibición y lo que realmente vemos reflejado en estos escenarios. Por otro lado, diversas obras critican y cuestionan a la institución como un sistema que ejerce un poder sobre el público en tanto define una forma específica de conocimiento y acercamiento al arte.
El museo reúne pasado, presente y futuro juntos de una manera distintiva. Se trata de un teatro en el sentido radical de la palabra, desde el teatro como un espacio estructurado para dar cabida a los espectadores, y la teoría (del griego theoria), que enlaza el ver con la contemplación o la especulación. Pero el museo es también el teatro, en el sentido de la dramaturgia, escenografía, y performance.
Barbara Kirshenblatt-Gimblett
Esta exposición toma como punto de partida el momento en que la institución abre nuevamente el “telón” en su ceremonia de reinauguración. Primer Acto problematiza, desde la naturaleza social y política de este evento, la función del museo en relación con el espectador, la obra de arte, el espacio y la crítica. Por un lado, a través de elementos retóricos de la historia de la representación pictórica y teatral, como son el espejo y el telón, se pone de manifiesto el vínculo entre la expectativa que se genera antes de cualquier acto o exhibición y lo que realmente vemos reflejado en estos escenarios. Por otro lado, diversas obras crítican y cuestionan a la institución como un sistema que ejerce un poder sobre el público en tanto define una forma específica de conocimeinto y acercamiento al arte.
El título de esta exposición no sólo hace referencia al acto inaugural, sino a un primer capítulo, a una apertura, al comienzo de un guión y a las entradas triunfales. El caminar por una alfombra roja, abrir un telón, o ubicar reflectores sobre un espacio, son prácticas que se asocian con la teatralidad y al espectáculo. Sin embargo, en este caso el escenario principal es el museo y los actores el público, quienes se integran al espacio de representación. Por lo tanto, más que aludir a lo escénico, las obras funcionan como gestos que insinúan una atmósfera para imaginar el museo. En un gesto repetitivo se simula una antesala como una introducción continua entre lo que existe detrás de este telón y lo que se refleja dentro y fuera de este escenario. Estas asociaciones se hacen evidentes a partir de cuatro conceptos principales: la cortina como imagen simbólica en la historia del arte y su vínculo con el teatro y el espectador; el espejo como un elemento retórico que refleja la imagen del museo y la colección; la crítica como una extensión de la propia institución, y el espacio como escenario en el cual –además de ser un contenedor simbólico– tiene lugar la representación y la ilusión.