Con un total de 32 piezas y bajo el título Tierra espiritual, se entrelazan obras de Victor Brauner, Mathias Goeritz, Georgia O´Keeffe, Wolfgang Tillmans, María Asunción Raventós, Rufino Tamayo, Jean Dubuffet, Wifredo Lam, Francisco Toledo y Marcelo Bonevardi, entre otros. La muestra permanecerá hasta el 24 de enero de 2010, con el fin de dar a conocer a un público más amplio la colección que Rufino Tamayo heredó al pueblo mexicano.

La selección de las obras obedece a dos directivas: el primitivismo y el animismo. Primitivismo es un concepto que en la actualidad es muy controvertido, se utilizó durante buena parte del siglo veinte para describir los intereses de los artistas por las culturas no occidentales. Por otra parte, animismo se refiere a la creencia de que todos los seres vivos, trátese de plantas, materiales orgánicos, animales o elementos celestiales, están dotados de un alma viviente.

La exhibición indaga en cómo los símbolos, patrones y materiales provenientes de culturas no occidentales han influido en la exploración de lo abstracto emprendida por diversos artistas.